1. Limpieza facial: menos es más

Uno de los errores más comunes es lavar el rostro con demasiada frecuencia o usar jabones agresivos. Esto elimina la barrera natural de la piel, provocando más grasa y brotes. Lava tu cara dos veces al día con un limpiador suave, sin alcohol ni fragancias.

Recomendación: usa limpiadores con ácido salicílico o peróxido de benzoilo en baja concentración, ideales para reducir la inflamación sin resecar.

2. Evita exprimir los granos

Aunque puede ser tentador, exprimir los granos deja cicatrices, manchas y puede propagar la infección a otras zonas. Si necesitas remover alguna lesión puntual, acude a un profesional para una limpieza facial médica.

3. Hidratación y productos adecuados

El acné no significa que debas evitar la hidratación. Usa productos no comedogénicos (que no obstruyan los poros) y de textura ligera. Ingredientes como el ácido hialurónico y la niacinamida ayudan a mantener la piel equilibrada y calmada.

4. Cuidados diarios que marcan la diferencia

• Cambia la funda de tu almohada al menos dos veces por semana.
• No toques tu rostro constantemente.
• Evita el exceso de maquillaje o usa bases oil-free.
• Protege tu piel del sol con protector solar facial todos los días.

5. Errores comunes al tratar el acné en casa

Además de la sobrelimpieza o el uso de productos caseros agresivos (como el limón o la pasta dental), otro error frecuente es suspender los productos al no ver resultados inmediatos. Los tratamientos para el acné requieren constancia y sus efectos suelen notarse después de varias semanas.

6. Cuándo acudir al dermatólogo

Si tu acné es doloroso, deja marcas profundas o afecta tu autoestima, es importante buscar ayuda profesional. Un dermatólogo puede ofrecer tratamientos tópicos o sistémicos adaptados a tu tipo de piel y gravedad del acné.

También puedes leer nuestro artículo sobre cómo prevenir el acné para complementar esta información y mantener tu piel sana a largo plazo.

Para información médica verificada sobre tratamientos del acné, consulta la American Academy of Dermatology (AAD).

Por la Dra. Dayana Arenas – Médica dermatóloga